BIENVENIDOS
INDICACIONES PARA EVALUACIÓN DEL 2DO TRIMESTRE
* Uso de flauta
* Coro
* Asistencia
* Disciplina
* Examen
Atte. Mtro Carlos Perez Jaramillo.
Atte. Mtro Carlos Perez Jaramillo.
DA CLICK
12 RAZONES PARA QUE LOS NIÑOS APRENDAN MÚSICA
Para tocar un instrumento lo primero es conseguir que suene ya sea soplando,
frotando un arco, pulsando una tecla o rasgando una cuerda. Una vez conseguido
esto, el siguiente paso es dar “forma” al sonido y tocar notas concretas
accionando los mecanismos necesarios. Todo ello mientras se lee la partitura. Un
ejercicio de psicomotricidad de lo más completo.
2.
Competencias en idiomas
Esa partitura de la que acabamos de hablar contiene instrucciones precisas sobre el ritmo, la altura, la duración, la velocidad, el carácter y la técnica precisa para tocar las notas; expresadas solamente con líneas, puntos, y algún que otro símbolo. Es como aprender a leer otro alfabeto, de la misma manera que si aprendemos ruso, griego o mandarín. Pero vamos más allá: la música tiene frases,
sintagmas (semi-frases) y palabras (motivos) que dan sentido al discurso musical,
un auténtico sistema sintáctico que da coherencia a la música. Mientras aprenden
música mejorarán su aprendizaje en conceptos propios de las lenguas y las
competencias necesarias para aprehenderlas.
3.
Pensamiento lógico
Especialmente en los primeros cursos -en los que se asimilan e interiorizan los
conceptos básicos de la música-, las matemáticas y la lógica son fundamentales
para comprender e interpretar el ritmo. Por eso, estudiar música desarrolla
el razonamiento lógico-matemático y estructura los mapas mentales.
4.
Pensamiento múltiple
Además de la psicomotricidad que mencionábamos
para tocar el instrumento, hay que tener en cuenta
que las notas deben sonar con la duración, afinación,
intensidad,ritmo e intención que se nos
pide en la partitura. O que nos pide el
director. O nuestro compañero de atril.
O todos a la vez.
5.
Sensibilidad artística
Por encima de cualquier requerimiento técnico la música es un arte.
Siendo así, tocar un instrumento desarrolla la creatividad a través de
la experimentación, canaliza la exteriorización de los sentimientos y fomenta
el desarrollo del criterio artístico.
6.
Capacidad de auto-escucha y reflexión
Es evidente que para dominar un instrumento hay que escuchar lo que se está
tocando, analizarlo y corregir lo que sea necesario. Con el tiempo, el hábito de
escucharse a uno mismo va más allá del instrumento y con ello el análisis y la
reflexión de lo que nos decimos a nosotros mismos.
7.
Empatía y habilidades sociales
Además de escucharse a sí mismo, para poder tocar en grupo es imprescindible
escuchar a los demás, por lo que se desarrolla la empatía.
Si el grupo es grande, como una banda o una orquesta,
también se desarrollan las habilidades sociales necesarias
para relacionarse con los demás miembros.
8.
Educación en valores
Tocar con solvencia un instrumento no es fácil ni rápido. Requiere trabajo constante,
esfuerzo y perseverancia; unos valores que la inmediatez de nuestro acelerado
mundo parecen haber olvidado. Al mismo tiempo, tocando en público
deberán superar sus miedos.
9.
Autoestima
Los pequeños avances que día a día experimentará serán una fuente de
satisfacción que gratificarán todo el esfuerzo invertido.
A medio plazo el control sobre el instrumento será mayor,
con lo que también crecerá la motivación y el perfeccionismo;
al cabo de los años podrá mirar atrás y ver que ha merecido la pena
y todo ha sido posible gracias a sí mismo.
10.
Serán más responsables y cuidadosos
A excepción de los instrumentos
más grandes (piano, órgano, clave, arpa,
percusión, contrabajo…),
cada estudiante utiliza su propio instrumento,
tanto en el estudio personal como en clase.
Los instrumentos musicales son delicados
y por tanto requieren cierto cuidado
en su manipulación y mantenimiento;
en otras palabras: un instrumento necesita que seamos responsables
y cuidadosos con él.
11.
La casa será más alegre
Vale, un estudiante repitiendo hasta la saciedad la misma pieza (que encima suena desafinada)
puede llegar a cansar, pero hay que reconocer que siempre da alegría a la casa
(o al bloque de pisos, o a la calle entera…).
12.
Queda muy bien en las celebraciones familiares
La escena de los más pequeños amenizando la velada con sus instrumentos es un clásico.
Ellos contentos de demostrar lo que son capaces de hacer
y los mayores babeando de verlo. Entrañable.
En definitiva, estudiar música es un ejercicio de los más completo,
que ayuda a los más pequeños a desarrollar sus capacidades intelectuales,
sociales y personales mientras se divierten. ¿Qué más se puede pedir?